Definitivamente, todo lo que comentaba en el anterior post
fue la realidad. Scott es un bluesman, en su más añeja y mítica concepción. Viaja
solo de ciudad en ciudad, carga con sus 3 guitarras,2 de ellas bien añejas y una más para darle a
los sonidos más potentes y marcarse buenos riffs entre el punk y el metal
cuando corresponde, sus armónicas y ese bombo que le da un cuerpo a todo
sorprendente. Toca sentado, pero eso no significa que se lo tome con calma. Ya
les gustaría a muchos metalheads y punkarrilas de pacotilla dar la cera que da
este tío.
La verdad es que el concierto es un viaje, en el que vas
pasando por diversos parajes sin prácticamente darte cuenta de lo que cambia el
paisaje. El tejano pasa del blues al rock, del punk desafiante al country más
tierno, del folk al metal sin que nada de ello te sorprenda ni te choque. Y eso
un tipo armado solo con una guitarra, pero bueno, que eso ya lo he dicho.
Sus canciones sobre la dureza de la vida, la carretera, el
alcohol y el mundo que le rodea suenan geniales en su voz macarra del centro de
tejas, sus sucísimas guitarras, aún más que en los discos hace que casi te
puedas imaginar la sequedad de tu garganta en plena tormenta de polvo en la Oklahoma de la Gran Depresión.Scott
es muy comunicativo pero,claro,el tipo tiene un inglés sureño tan jodido que
seguramente le entenderán sus colegas del bareto de San Marcos, pero es
gracioso escuchar como intenta soltar algún palabro en español.
En fin, mereció la pena vivir esos 85 minutos, que se
pasaron en un suspiro, casi hora y media que te podías imaginar compartiendo
con Scott en el porche de su casa de madera a las afueras de la ciudad, en
pleno campo entre Austin y San Antonio, un buen rato que compartirías con un
montón de negros y de rednecks, todos disfrutando juntos de una buena barbacoa
y bebiendo alcohol de destilación casera entre cerveza y cerveza.
3 comentarios:
Tenemos que agarrarnos a gente como Bonamassa y él, definitivamente, el género está muriendo. Voy a echarle un tiento, a ver qué me depara el destino. Un abrazo :)
¿Lo viste?¿Te gustó?
Yo lo vi en Santander y estuvo de puta madre! Un poco triste que no fuésemos más de 30 personas... Repetería de buena gana, y a ser posible sin resaca, jeje.
Saludos
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