martes, 28 de abril de 2009

IMELDA MAY.MOBY DICK,MADRID,27-IV-2009


Me he enamorado.Si,supongo que será la primavera,pero Imelda me dejó tocado ayer.
A punto estuve de perdermelo,yo que siempre compro las entradas con mucho adelanto,ayer llegué a la sala sin ella y agotadas.¡Me cagüen to lo que se menea!Pero tuve paciencia y siempre acaban fallando invitados.Desde aquí gracias a la chavala de la promotora que me pasó la entrada.

Y nada más entrar Imelda salía al escenario,embutida en ese vestido que veis ahí arriba,estampado con los personajes de los grandes clásicos de las pelis de terror de la Universal.Eso y los primeros acordes de la Gretch de Darrel Higham y esos golpes del contrabajo de Al Gare ya nos transportaban a otra época.

Imelda es tremendamente carismática,magnética,es terrenalmente guapísima y tiene una gran complicidad con su magnífica banda,en la que todos tienen sus grandes momentos.La trompeta de Dave Priseman le da un toque a veces jazzy,a veces más latino,y sin ser un gran virtuoso,si que es tremendamente efectivo y le da un sabor especial a las canciones.El batería Steve Rushdon se adapta a cualquier estilo con la elegancia o la energía que el momento requiera.Espectacular su solo al mas puro estilo Genne Krupa.Y Darrel Highman fantástico toda la noche con ese peculiar sonido que dan las Gretsch,que me hizo recordar por momentos al gran Brian Setzer.

Realmente es muy difícil describir algunos conciertos.La manera en que yo los vivo es demasiado personal y me cuesta explicarla.Ayer Imelda y su fantástica banda por momentos me llevaron a otro mundo,a otro momento.El concierto no tuvo ni un solo bajón.Como solía decir Alfred Hitchcock,comenzó con una explosión y de ahí hacia arriba.Pero para mi hubo un momento de esos absolutamente mágicos que a veces tienes la suerte de poder vivir,cuando Imelda empezó a cantar Falling In Love With You Again,por fin todo el público se callo,y el magnetismo de Imelda y la belleza de la canción hicieron el resto.Cerré los ojos y me fui de allí,me fuí de mi mundo a un sitio mejor,y bailé agarrado muy despacio,y estaba inmensamente feliz,y al abrir los ojos,allí estaba Imelda,mirandome a mi solo,cantando para mi.Cuando en un concierto llego a sentir algo parecido me cuesta mucho recuperarme,pero después de tener ese sueño,Imelda y sus chicos atacaron los momentos más rockeros de la noche y ya no hubo manera de dejar de bailar,terminando el set con la sensacional y rabiosa Watcha gonna do?.

La ovación fué de órdago y merecida.La cara de felicidad y sorpresa de Imelda era tan contagiosa que cuanto más sonreía más gritábamos y aplaudíamos.Así que no tardó en volver,sorprendiendonos con una versión rockabilly del Tainted Love de Gloria Jones(aunque popularizada a nivel mundial por Soft Cell en los 80)

No se que más decir,seguro que publico esto y se me ocurren mil cosas más,pero creo que ya está bien.Imelda volverá,estoy seguro de que se va a convertir en una habitual de nuestras salas.Se la vió muy a gusto y sinceramente sorprendida de la reacción del público.

Pues,¿no lo decía al principio del post?Eso,que me he enamorado.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡qué envidia!
y envidia insana, eh!
Ojalá vuelva y esta vez por las tierras del norte!

discoexpress dijo...

El disco de Imelda es una locura de ritmo. Esta chica llegara muy alto.
Tienes un buen blog, me lo quedo, quedate el mio.

Un esquimal onanista (como otro cualquiera) dijo...

No te pierdes una pájaro. Tu si que sabes aprovechar la capital. ¿Al final vas al azkena?